Y así, sin haber arrancado todavía la actividad oficialmente, sin web en marcha, sin redes sociales, sin publicidad… así llegó el primer cliente.
Y lo primero sería pensar que fue fruto de la casualidad y que llegó “de rebote” pero dándole sólo una vuelta veo que no.
Cuando pensaba en este negocio me preguntaron (casi lo primero) cómo iba a captar clientes y fue la pregunta que más tardé en contestar, pero que surgió después de montar toda la estrategia. En realidad, pensaba que el primer cliente llegaría de alguna colaboración con alguna de las personas implicadas en el proyecto, pero no…
Sin embargo, antes de contároslo os cuento un poco de mí para explicar mejor cómo llegó ese primer cliente (y otro par que se han acumulado con muy pocos días de diferencia). Yo soy la pequeña de 3 hermanos, somos una familia muy muy bien avenida y, aunque mayorcitos ya, seguimos apoyándonos y siempre juntos. Mis padres nos han educado en los valores tradicionales y hay muchos refranes y frases hechas del argumentario español que tenemos grabadas a fuego y una de ellas es “haz el bien y no mires a quien”, otras estarían relacionadas con la honestidad y el trabajo duro y todas ellas al final crean un conjunto que nos hacen comportarnos de un modo u otro ante situaciones de la vida.
Os preguntaréis a qué viene esto ahora y es que ese planteamiento vital se ha cumplido totalmente y ha propiciado la llegada de estos primeros clientes que os comento.
Una vez terminada mi anterior andanza profesional, aprovechaba para felicitar el Año Nuevo a todas las personas con las que mantengo una relación buena y cercana y les contaba mi nueva situación personal y laboral (que para un autónomo muchas veces ambos planos se mezclan) y de ahí iban surgiendo fantásticas conversaciones, consejos y mucho apoyo.
En mis artículos nunca daré nombres, pero las personas sabrán a quienes me refiero. Y este es el caso de una mujer maravillosa a la que conocí hace algo más de cuatro años, en una Feria y gracias a una Asociación española con muchos años de andadura. Desde el primer momento congeniamos e incluso nos ha tocado hacer algún viaje juntas por temas comerciales y siempre que nos hemos encontrado en diferentes eventos hemos compartido ratitos, risas y proyectos que gestionábamos en ese momento. Pues bien, esa persona fue quien al saber mi nueva situación me ha recomendado y habla maravillas de mí, sin que haya nada a cambio, sólo por el placer de colaborar juntas y porque lo que sea bueno para una hará feliz a la otra. De ahí viene esa parte de pórtate bien con todo el mundo, que nunca se sabe dónde acabarás o con quién en la vida.
Mientras escribo estas líneas me viene a la cabeza el concepto del Karma de que todo lo que hagas vuelve a ti, el famoso “quien siembra vientos recoge tempestades” y es que, durante muchos años creí que al final las cosas no sucedían, que a los buenos les pasan cosas malas y a los malos les pasan demasiadas cosas buenas, que el Karma no actuaba. Recuerdo haberlo comentado con mucha gente y recuerdo también que la filosofía de todos ellos sin excepción era que ese Karma no llega cuando uno lo quiere, es decir, inmediatamente, es mucho más profundo que eso y la Vida te lo sirve (sea positivo o negativo) cuando es el momento adecuado. Y qué cierto es y cuánta razón tenían; desde luego la impaciencia y el Karma no encajan, pero cuando llega lo sabes y te sientes tan agradecido por el camino recorrido, con baches, sí, pero qué camino más emocionante.
Y en ese punto estoy ahora mismo, me siento muy agradecida no sólo por mi maravillosa familia y amigos, por los Colaboradores que forman parte de este fascinante proyecto y porque gente con la que he colaborado laboralmente durante mi carrera laboral, aparece años después y se deshace en elogios para recomendarme a quien sea que se les ponga por delante. Y eso es lo que ocurrió hace unos días, una recomendación, algunas conversaciones con ese primer cliente y ¡BUM! Venía con tan buenas referencias que apenas se lo ha pensado.
Tengo clarísimo que no será lo habitual, pero sin duda es un placer empezar así. Ahora toca demostrar mucho, ser profesional y trabajar duro para que tanto las personas que me recomiendan como estos nuevos clientes queden tan satisfechos que ellos mismos sean prescriptores de cada a nuevas oportunidades.
Os seguiré contando. Se me ocurre que la siguiente idea sería cómo presentar tus productos / servicios a un nuevo cliente, estrategias y presentación de presupuesto además de cierre de Acuerdos. ¿Qué os parece como artículo para el siguiente Blog?